sábado, 27 de marzo de 2010

La ley de Dios

¿Qué es la ley de Dios?

Basado en Éxodo 20: 1-17

En las próximas líneas se tratará de mostrar una explicación amplia al tema y los conceptos básicos.

¿Alguna vez se preguntó qué es la ley de Dios?¿nunca se preguntó usted qué política, normas, reglas o leyes emplea Dios para entablar una relación con sus hijos? Todos sabemos que necesitamos de ciertas normas para mantener un orden en esta sociedad, por lo tanto, deducimos en que Dios también debió poner determinadas leyes para que nos llevemos bien entre todos y tengamos una buena relación con El. Empecemos a investigar un poco el tema.

La mayoría de las personas escuchó de que existe una ley divina. Muchos creen que la ley de Dios está escrita solo en la Biblia (mas adelante mostraremos los diez mandatos)y que es solo para los Judíos. Otros creen que afecta al mundo cristiano mientras que otros sostiene que es para toda la humanidad. Pero en el libro de Romanos, capítulo 2 versículos 14 y 15 dice:

Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley pasa sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándolos o defendiéndoles sus razonamientos”.

Esto resulta muy interesante, nos está diciendo que la ley de Dios está escrita en nuestros corazones y que nuestra conciencia nos dice (a los que no conocen la ley de Dios escrita en la biblia) lo que está bien o mal. Nos basamos al decir esto en :…los gentiles (podríamos decir cualquiera que no conoce la ley) que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley…”. ¿Puede Dios hacer esto? ¡Claro que sí! En Jeremías 31:33, encontramos un versículo que se haya en el contexto de un nuevo pacto y dice lo siguiente: Pero este es el pacto que me haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”. Interesante… al tener una ley y obedecerla quiere decir que aceptamos que tenemos un Dios y le obedecemos. ¿Pero si desobedecemos a Dios, qué pasa? ¿Qué significa para nosotros desobedecer la ley? Romanos 3:20 nos da la respuesta: “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de El, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. Resumamos un poco:

A) La ley de Dios está escrita en nuestros corazones y en nuestra mente

B) Dios fue quien lo hizo

C) Por medio de la ley es que conocemos el pecado.

¿Esta ley es la única que nos rige? Desgraciadamente no. Romanos 7:14-25 habla del mal que mora en nosotros y nos obliga a hacer aquellas cosas que no queremos. Veamos algunos capítulos:

Y yo se que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer hacer el bien está en mi pero no el hacerlo”. ¡Por eso el ser humano siempre tiende a hacer el mal!

Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mi. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios ( ver Jeremías 31:33), pero veo otra ley en mis miembros (no en mi mente ni en mi corazón) que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.” Entonces, además de tener la ley de Dios en nuestros corazones, hay otra que quiere usurpar ese puesto y desplazarla completamente. Y no solo eso, nos obliga a hacer lo que no queremos por más que intentemos lo contrario. Pero…

Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado”

Además:

No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos de entre los muertos y vuestros miembros a Dios como instrumentos de Justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Excelente, por medio de la gracia de Cristo, podemos vencer al pecado y juntar fuerzas para hacer el bien.

¿Pero…que es el pecado? Vayamos nuevamente a la Biblia: Romanos 7:7 “¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera : no codiciarás”. Al parecer, el asunto se va complicando de a poco. Pero no nos preocupemos, vayamos por partes:

A) La ley no es pecado

B) El pecado es la infracción de la ley

C) Sin ley no podría existir el pecado dado que éste es la desobediencia de la misma.

Pero, ¿Cuál es esta ley de la que tanto se habla? Esta es:

1- No tendrás dioses ajenos delante de mí.

2- No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

3- No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

4- Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. (Reposo equivale a Sábado, ver aclaraciones en la RV y otra versiones)

5- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

6- No matarás.

7- No cometerás adulterio.

8- No hurtarás.

9- No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

10- No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

Esta es la ley de Dios, los primeros cuatro mandamientos hablan sobre la relación que debe tener todo ser creado con su Creador. Los seis restantes son sobre la relación con nuestro prójimo. Aunque pareciera que toda la ley de Dios es imposible de cumplir, el que menos se tiene en cuenta es el cuarto.

¿Qué dijo Jesús cuando estuvo aquí en la tierra acerca de ella? Mateo 5:17-19: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.”

A) No vino a cambiarla

B) La cumplió

C) Nunca quedaría en desuso.

D) Pues sin la ley, no existiría el pecado.

E) La ley de Dios es eterna, como El es eterno.

…porque el fin de la ley es Cristo, para justicia todo aquel que cree”. Romanos 10 :4.

¿Por qué el hombre insiste en modificar la ley de Dios? La respuesta es: para hacer lo que es de su antojo. Pero si la ley me dice lo que está bien o mal, ¿no estaríamos cambiando lo que está mal o bien al modificarla? Cabe destacar que ningún profeta, apóstol ni el mismo Jesús han modificado alguno de los diez mandamientos. ¿Jesús le dio importancia a los mandamientos? ¡Claro que sí! “S iguardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor” Juan 15:10.

Hasta aquí hemos visto muchas cosas, qué es la ley, qué es lo contrario a ella, quien es el autor de la ley y si tiene vencimiento o no. Pero la Biblia es un libro tan maravilloso, que todo lo explica de la mejor manera en que cualquier hombre pudiese llegar a explicar algo. Para ir finalizando expondré unos textos de la Biblia que le aclarará más el panorama.

Romanos 3:21-31:

“Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.”

a) Todo el mundo está bajo el juicio de Dios

b) Nadie puede salvarse solo por las obras guardando la ley de Dios

c) Porque no hay ni uno que sea justo, todos pecamos.

d) Pero somos justificados y salvados por la gracia de Cristo Jesús que murió en la cruz.

e) Porque aparte de su ley, tenemos la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo.

f) La fe no desplaza a la ley, la confirma.

Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como no los ha mandado. Y el que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que El permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado” 1 Juan 3:23-24.

“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor” Juan 15:10

Entonces, nosotros tenemos la ley de Dios escrita en nuestra mente, sabemos que al desobedecerla pecamos. El resultado de la desobediencia es la muerte, y todos estamos condenados. Jesús tomó nuestro lugar y a través de Él, podemos ser salvos. No lo logramos solamente obedeciendo su ley. Creemos en Jesús, le amamos y también a nuestro prójimo. Podemos guardar sus mandamientos porque permanecemos en Dios, y El en nosotros. Esto afectará en el resultado de nuestras obras, que serán de acuerdo a la ley de Dios.

Cabe aclarar que cuando hablamos de la salvación, mencionamos la segunda venida de Cristo. En que todo este mundo de dolor y sufrimiento acabará y lo que hayan decidido seguir a Cristo será salvos.

Una promesa hermosa: 1 Juan 5:1-5

Resumen: no podemos manifestar nuestro amor por nuestra pareja solamente haciendo lo que todo enamorado hace, esto es totalmente hueco. Lo que hacemos es el resultado del amor por esta persona y porque creemos en Ella. Esto podría compararse un poco con Dios y su ley. Este es un tema profundamente amplio y de mucho estudio. Siga leyendo en su Biblia sobre este tema. Verá que lo llevará a muchas otras verdades.

Esta es una de las tantas formas en que Dios está con nosotros. Ahora El nos dice cómo lograr una mejor relación con El.

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